Aftersun (2022)

 

Fuente: A24

¡Hola, chic@s! Una semana más vengo para hablaros de las películas nominadas este año a los premios Oscar y en esta ocasión, el turno es de Aftersun, la ópera primera de Charlotte Wells, una película pequeña, de esas que no consiguen una gran cobertura comercial, pero que dejan una gran huella en toda aquella persona que le da una oportunidad.

Aftersun nos narra las vacaciones en Turquía de Calum (Paul Mescal) y Sophie (Frankie Corio), un padre y una hija que están dispuestos a disfrutar del verano y de su mutua compañía. Al principio todo parece muy sencillo y el ambiente que se respira es relajado y de lo más normal, pero poco a poco la historia irá cambiando y esta se dirigirá a un terreno mucho más profundo para que seamos testigos del drama que rodea a Calum.

Después de ver Aftersun, comenté la película con mi madre (ella no la vio) y no pude evitar que se me saltaran las lágrimas mientras le iba exponiendo mis impresiones. Charlotte Wells, echando mano de una gran sutileza y delicadeza, nos revela la cara de la depresión, una enfermedad que en ocasiones es invisible a la vista de muchos. Para mostrarla, la directora establece dos puntos de vista: por un lado, tenemos a Sophie, una niña de 11 años que está dejando la niñez atrás para adentrarse en la adolescencia, y que no es consciente de la pesadilla que está viviendo su padre; y, por otro, está el espectador, que poco a poco lo va intuyendo todo, y es una situación que nos rompe por completo. Además de esto, la historia se divide en dos líneas temporales: por un lado, tenemos el viaje a Turquía, el cual pertenece al pasado; y, por otro, viajamos al presente para ver a una Sophie ya adulta, y que tiene la misma edad que su padre tenía por aquel entonces, echando un vistazo a los vídeos de aquel verano para ver esos detalles que se le escaparon cuando era pequeña. Estas dos líneas temporales sirven para mostrar una reconexión entre padre e hija, pero también para separar nuestros recuerdos de la realidad que estos escondían. La inocencia casi siempre nos impide leer entre líneas, pero tras un tiempo transcurrido esa idealización suele dar paso a la cruda realidad y, a consecuencia de ello, nuestro mundo de color de rosa se viene abajo.

La dupla formada por Paul Mescal y Frankie Corio es de diez. Ambos llevan el peso de la película, aunque en especial Corio, todo hay que decirlo, y la dinámica que establecen es maravillosa. En su relación puedes ver el amor y la complicidad que hay entre ellos, pero también hay lugar para la vulnerabilidad, la fragilidad y la tristeza (estas últimas están representadas en Calum). Esta es la ópera prima de Charlotte Wells y es increíble lo que ha hecho con esta película, ya que sabe plasmar muy bien un relato muy personal y emotivo, sin necesidad de recurrir a grandes dosis de dramatismo explícito.

La semana pasada dije que las películas más inesperadas consiguen colarse en mi lista de favoritas y Aftersun es una de ellas. Charlotte Wells nos habla del amor, de la memoria y de esa percepción que tenemos de las personas y las situaciones cuando somos pequeños y que no nos dejan ver la realidad que se esconde tras ellas. La historia de Calum y Sophie es triste y desgarradora y a su vez está envuelta por una sencillez, melancolía y nostalgia que conmueven. Aftersun solo ha conseguido una nominación al Oscar en la categoría de mejor actor principal para Paul Mescal y veo muy injusto que solo haya conseguido una, ya que Charlotte Wells merecía estar entre las nominadas. Frankie Corio también merecía un reconocimiento, pero debemos recordar que la Academia decidió no nominar a niños.

Acabo mi entrada admitiendo que no sabía si iba a ser capaz de hablar de esta película y expresar como yo quería todas las emociones que me hizo sentir. Espero que haya sido así, aunque nunca esté conforme con mis escritos. La ópera prima de Charlotte Wells es una historia que esconde muchas capas y sé que con cada visionado encontraría cosas nuevas. Si no la habéis visto, os recomiendo que lo hagáis, ya que es una pequeña gran película y deja un gran poso en el espectador.

¡Hasta la próxima!

 

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Comentarios

  1. ¡Hola Laura!!
    he visto esta película, la vi en un cine de Madrid de los Cines Embajadores, donde echan films independientes y de calidad, ese tipo de cine que no a todos gusta por igual (a mi me encanta) y fui con una buena amiga con la que comparto esto gustos cinéfilos (con mi marido no puedo ir porque se duerme con este tipo de películas, jeje). A ver si soy capaz de explicarte...
    Quizás mis elevadas expectativas me traicionaron, pero no fue lo que esperaba, se me hizo en extremo lenta en algunos momentos y mira que la lentitud en las pelis no es para mi un problema. Aunque también tengo que decirte que comparto contigo la mayoría de cosas que dices sobre ella, los dos actores principales, padre e hija hacen un papelón, sin duda (se merece esa nominación a mejor actor principal Paul Mescal, a ver qué pasa) y el tema de la depresión..., tal y como está tratado pues es curioso. Además, la relación tan especial, personal y emotiva (como bien explicas) entre ambos, esa complicidad que no es fácil de ver entre padres e hijos, pues merece la pena.
    Habrá que seguirle los pasos a esa cineasta novel, Charlotte Wells , eso sí lo tengo claro
    Besos

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Marian!

      Mira, en mi caso no tenía ni idea del tema del que hablaba y no tenía ningún tipo de expectativa porque no sabía a lo que me iba a enfrentar. A mí me ha gustado mucho porque me ha sorprendido y también me ha fascinado cómo a través de una gran sencillez consigue crear un gran impacto en el espectador.

      Paul Mescal lo tiene complicado para ganar, pero la nominación ya es un premio muy grande.

      ¡Un beso!

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