Dune: Parte 2 (2024)

 

Fuente: Legendary Pictures / Warner Bros. Pictures

¡Hola, chic@s! Hace 2 años y medio llegó a los cines la primera parte de Dune, película que adaptaba el primer acto y parte del segundo de la novela homónima de Frank Herbert. En ella se hizo una introducción de los personajes y su universo, y agradecí mucho que la novela se dividiera en dos, ya que su mitología es enorme y un solo film no le habría hecho justicia.

En la primera película de Dune vimos la aniquilación de la casa Atreides, o eso es lo que creían sus enemigos, ya que Lady Jessica y Paul, esposa e hijo del fallecido duque, consiguen escapar y se refugian con los Fremen, el pueblo que vive en el planeta Arrakis. Como he dicho antes, la primera parte nos presentaba a los personajes y establecía el conflicto, y Dune: Parte 2 se mete de lleno en él.

Podría empezar por cualquier apartado, pero me gustaría iniciar esta review centrándome en su cinematografía porque esta es espectacular. Visualmente es una joya que muestra sin ninguna dificultad la majestuosidad de sus escenarios y el contraste que se hace de los colores es una delicia. Te deleitas con cada plano y quieres asimilar todo lo que estás viendo en pantalla; además, su poder visual se multiplica gracias a sus épicas batallas, los enormes gusanos de arena y también por la potente banda sonora Hans Zimmer. La grandeza de Dune se eleva en esta entrega y, si la juntamos con su primera parte, ya podemos darnos cuenta de la gran epopeya espacial de Paul Atreides.

Si nos centramos en sus personajes todos son estupendos, pero el gran protagonista es Paul Atreides, el joven que es visto como el Elegido, el Mesías que todo el mundo aguarda, pero a veces las cosas se pueden torcer y el profeta salvador no es el héroe puro que se esperaba. Estas luces y sombras de Paul siempre me han gustado porque le añaden complejidad al personaje. El protagonista empieza su andadura como un héroe noble, pero sabe que su destino está poblado por la oscuridad y lucha contra él, pero hay eventos que están condenados a hacerse realidad y uno no puede escapar de ellos. Las narrativas protagonizadas por héroes caídos siempre han despertado mi atención debido a la psicología que hay alrededor de estos personajes y Paul no es una excepción.

El reparto está lleno de nombres consolidados y jóvenes promesas, y todos ofrecen interpretaciones que cumplen con las expectativas; no obstante, me gustaría destacar el trabajo de Austin Butler (Elvis) como Feyd-Rautha, sobrino del Barón Vladimir Harkonnen, un psicópata que disfruta de la violencia, el sadismo y el terror que infunde  a los demás. Su personaje es secundario, pero logra dejar huella en el espectador por su imprevisibilidad y salvajismo. ¡Cada vez que aparecía en escena no sabía qué iba a pasar!

Por último, el tramo final de la película nos ofrece la batalla que todos esperábamos, y también la amenaza que prometía volverse real, y esta contiene momentos extraordinarios que se te quedan grabados. El final de Dune: Parte 2 es el inicio de todo y espero que hagan una tercera entrega para poder decir que estamos ante una trilogía. Eso sí, si tuviera que ponerle algún pero a su desenlace este sería debido a su duración, ya que me habría gustado ver un enfrentamiento un poco más largo. Esto también me ocurrió con la novela al considerar su final un tanto atropellado.

Dune: Parte 2 es una película de ciencia ficción monumental que me ha dado lo que esperaba. Muchos pensaban que estábamos ante el desenlace de esta historia, pero nada más lejos de la realidad, ya que el viaje al abismo del joven Atreides es el inicio de todo y espero que podamos ser testigos de ello. La historia de Dune contiene traición, conspiración, lucha de poder, fe y fanatismo; pero además de esto, su trama tiene muchas capas y estoy segura de que cada espectador sacará sus propios paralelismos y conclusiones. He disfrutado mucho de esta segunda parte porque no se ha guardado nada y espero volver a ver a Paul Atreides pronto.

¡Hasta la próxima!

 

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