Carta de una desconocida, de Stefan Zweig

“Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora.”

¡Hola a tod@s! He pensado que tras más de un mes sin hablar de ningún libro ya es hora de incluir una obra literaria en el blog. Las crónicas sobre Londres han absorbido mi tiempo así que ahora que he encontrado un pequeño hueco vengo para hablaros de un libro que me encandiló este verano.

No sé si habréis leído mi reseña sobre Castellio contra Calvino, de Stefan Zweig (si queréis hacerlo os dejo el enlace aquí), pero en esa reseña proclamaba mi amor por este autor ya que su ensayo sobre la opresión y la libertad de expresión me absorbió de principio a fin. Era increíble ser testigo de su gran fluidez narrativa y de una prosa muy sencilla que explicaba aspectos muy complejos. Un ensayo sobre una dictadura a veces puede ser una lectura difícil ya que aborda temas que podemos no entender, pero en este caso Zweig lo explica de una manera tan sencilla que no puedes evitar rendirte ante él y darle la razón en todo lo que dice. Fue una auténtica maravilla ya que él hacía fácil lo difícil. Por lo tanto, tras la lectura de Castellio contra Calvino decidí hacerme con otra obra suya y cogí de la biblioteca un libro muy pequeño (mi edición tenía 66 páginas) llamado Carta de una desconocida.

 Esta novela nos narra de forma epistolar, la historia está relatada a través de una sola carta, el amor que una mujer siente por un escritor. Esta carta no tiene remitente y la mujer permanece en el más absoluto anonimato para el destinatario, pero nosotros, a través de la lectura, conoceremos realmente quién es ella. Al principio, pensé que este libro estaría basado en una mujer que admira a un galán y quiere confesarle su amor platónico. No podía estar más equivocada. El amor que la protagonista siente por él empieza en su más tierna niñez y se alarga hasta el día de su muerte. Su amor pasa por diferentes etapas ya que empieza siendo de lo más inocente y platónico para pasar a ser desgarrador y apasionado. A medida que vas leyendo te das cuenta de la gran profundidad que tiene esta historia y llegas a padecer con la protagonista su injusto anonimato ya que este hombre ha sido el principal motor de su vida desde que era una niña y él no sabe absolutamente nada. Sus alegrías y penas han tenido un único responsable: él. Sin embargo, ella no puede desprenderse del que considera al hombre de su vida ya que, a pesar de la humillación y la pena, ha sido el motor que la ha sostenido durante toda su existencia.

Stefan Zweig (1881-1942)

Zweig narra esta triste, pero preciosa historia de amor, de una manera simple y directa. El lenguaje usado en esta pequeña carta es el que nosotros usaríamos al escribir la nuestra: cercano y sincero. Creo que uno de los puntos positivos que tiene este autor es que trabaja mucho la psicología de los personajes, en este sentido están muy bien definidos, y gracias a ello los conoces como si fuesen un amigo cercano. Este autor austriaco nacido a finales del siglo XIX sabe atraparte desde la primera página y no te da descanso hasta que llegas al final ya que mientras iba leyendo quería pasar a la siguiente página para ver como continuaba la historia. ¡Era una auténtica adicción! A medida que iba avanzando en mi lectura no podía dejar de sorprenderme y emocionarme ya que, como os he dicho antes, esta historia es mucho más profunda de lo que pensaba. En la carta escrita por la protagonista nos damos cuenta de que el amor a veces nos puede hacer muy felices, pero en otras ocasiones, puede suponer una fuerte bofetada. No obstante, amar a otra persona es lo nos mueve en esta vida y siempre volvemos a caer. 

Cuando llegué al final de esta maravillosa carta me emocioné por haber sido testigo del asombroso viaje de nuestra protagonista. En ciertos momentos, me sentí como una confidente que está escuchando un secreto que había sido silenciado durante mucho tiempo. A pesar de todos los obstáculos con los que esta mujer ha ido luchando, lo que más me ha gustado es que a pesar de las dificultades la heroína de esta historia es una mujer valiente, fuerte y de una gran dignidad.

Desde luego, Stefan Zweig demuestra  por un lado, su magnífica pluma y por otro, nos enseña que no hace falta escribir un libro extenso para expresar con una gran profundidad una bonita y compleja historia de amor. Carta de una desconocida fue escrita en 1922, hace casi un siglo, pero como dije en la entrada dedicada a Castellio contra Calvino, Zweig convierte sus historias en obras atemporales con las que nos podemos sentir identificados. Una vez conoces la obra de este magnífico autor no puedes soltarla. Me da pena haberlo descubierto tan tarde, pero nunca es tarde para disfrutar de sus historias una y otra vez. Sin duda alguna, un gran mago de las palabras.

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¡Nos vemos en unos días!

10/10