La Cumbre Escarlata (Crimson Peak) (2015)

¡Hola a tod@s! Unos días antes de su estreno, el director Guillermo del Toro dijo que La Cumbre Escarlata (Crimson Peak), su última película, no era una historia de fantasmas y en cierto sentido, le tengo que dar la razón ya que en este film los fantasmas son usados como recurso para mostrar la verdadera maldad que se esconde detrás de este cuento gótico que podría estar firmado por algunos de los autores decimonónicos más célebres de la literatura.

La Cumbre Escarlata nos lleva al siglo XIX y nos presenta a Edith (Mia Wasikowska), una aspirante a escritora que lleva una vida de lo más tranquila entre sus libros e historias hasta que un día aparece el enigmático Thomas Sharpe (Tom Hiddleston) y desde ese momento sus destinos quedarán entrelazados para siempre. Sin embargo, Thomas no viene solo ya que vive con la constante sombra de Lucille (Jessica Chastain), su inquietante hermana. Tras un trágico suceso, Edith abandona su vida en Nueva York y decide viajar a Inglaterra con Thomas para empezar una nueva etapa en el hogar familiar de este y más concretamente en una mansión que esconde oscuros secretos y que de su suelo parece brotar sangre…

Desde mi punto de vista, La Cumbre Escarlata es un homenaje al cine de terror clásico y a esas historias de misterio que tanto nos atraen. Cuando vi la película me fue imposible no pensar en Edgar Allan Poe y la inquietante e imprescindible La caída de la casa Usher, Daphne du Maurier y su inolvidable Rebecca, Emily Brontë y su tempestuosa Cumbres Borrascosas y por último, Charlotte Brontë con su maravillosa Jane Eyre.

La película de del Toro es una historia que hemos visto en numerosas ocasiones y por eso su punto más débil se encuentra precisamente en su guion ya que nos da la sensación de haberla visto con anterioridad y por este motivo, algunos acontecimientos de la historia no llegan a sorprendernos. Sin embargo, y a pesar de esto, disfruté mucho de esta historia y ahora os expondré mis razones.

El primer punto a favor es que su director se ha atrevido a hacer una película de terror de corte clásico en pleno siglo XXI cuando hoy en día, la palabra terror suele ser sinónimo de mal gusto. Si nos paramos a pensar un momento, las películas de terror actuales consiguen asustar a los espectadores a través de imágenes muy dantescas y dejando de lado el argumento. Lo importante es asustar y cuanto más mejor. Sin embargo, La Cumbre Escarlata consigue mantenerte en vilo a través de su argumento y el misterio que la rodea. Insinúa pero no muestra hasta que es el momento adecuado y por eso tu cabecita empieza a imaginar qué se esconde detrás de las paredes de esa mansión. Del Toro juega contigo y eso es algo que echaba mucho de menos. Es una historia que va de menos a más y captó mi atención desde el primer momento.

La segunda razón por la que me ha encantado la película es por la atmósfera creada alrededor de ella ya que es de una belleza extraordinaria. Visualmente es perfecta ya que está rodada de una manera muy poética y elegante. Lo macabro se convierte en bello y esto hace de ella una historia de lo más enigmática y atrayente. Como he dicho anteriormente, hoy en día es muy raro ver historias de terror de este tipo por lo tanto, es inevitable percibir un cierto halo de nostalgia en el mundo creado por del Toro.

Por otro lado, el vestuario es una maravilla y el director también juega con él para convertirlo en un símbolo de la personalidad de sus protagonistas. Mientras los hermanos Sharpe suelen vestir colores oscuros insinuando todos los secretos que esconden, la dulce y sufrida Edith es todo lo contrario ya que sus vestidos suelen mostrar colores claros haciendo más que evidente el contraste entre los personajes.

El reparto de la película es también un gran reclamo para el espectador y sus tres protagonistas principales cumplen con su trabajo a la perfección. Sin embargo, mi favorita es Jessica Chastain debido a lo inquietante que es su personaje. Por otra parte, Mia Wasikowska es una actriz que nunca me ha llamado la atención ya que pienso que siempre le ha faltado un poco de chispa, pero en esta ocasión me ha gustado ya que he conseguido conectar con su personaje. Y Hiddleston… desde mi opinión personal creo que al actor le pertenece el momento más bonito  y romántico del film. Un momento que se me ha quedado grabado en la memoria y que me encandiló por su gran romanticismo gótico. Sin embargo, hay otro personaje muy importante y que a veces olvidamos su gran función en esta historia: la mansión de los Sharpe. Para los más despistados os diré que esta casa fue construida a escala real y cuando la ves no puedes evitar maravillarte con ella ya que es majestuosa a la vez que representa una gran amenaza. Sabes que la casa es la responsable del desarrollo de esta historia, es la que desencadena la trama, y la conocedora de todos los secretos que el espectador quiere sacar a la luz cuánto antes. Sin embargo, y a pesar de ser sinónimo de peligro, no puedes evitar sentirte atraída por el hogar de estos dos inquietantes hermanos. Sin duda alguna, ella es la gran protagonista.

Así que después de detallaros todas mis razones os diría que, para mí, esta película nos narra una historia de amor en forma de cuento gótico y la pena es que mucha gente no se ha dado cuenta de esto. Muchos esperan una historia fundamentalmente de fantasmas, pero si tenéis esta idea ya os advierto que saldréis decepcionados del cine.

La Cumbre Escarlata evoca lo mejor de los cuentos góticos victorianos y al verla no puedes evitar sentir nostalgia ya que hoy en día es muy raro ver historias de terror rodadas de esta manera. Podría escoger muchos adjetivos para definir esta película: perturbadora, enfermiza, oscura, enigmática, gótica, poética, elegante, sofisticada, romántica… y muy bella. 

Si os gustan las novelas góticas y las historias decimonónicas esta es, sin duda, vuestra película.

¡Nos vemos en unos días!

8/10

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