Mis Crónicas Londinenses Vol.2: Cuarto día
¡Hola
a tod@s! Ya sé que os prometí que cada cinco días, como máximo, iría subiendo
las crónicas de mi viaje a Londres, pero el trabajo me ha absorbido y no he
encontrado tiempo hasta ahora. Iba a subir la entrada el sábado, pero pasé el
día en el Festival de Cine de Sitges y
vine muy cansada así que hoy os traigo la cuarta crónica de mi viaje.
Nuestro cuarto día en Londres amaneció con una
lluvia muy débil así que mientras esperábamos a que parara fuimos a desayunar
un típico desayuno inglés. Pensaba que no iba a poder porque eran las nueve de
la mañana y a esas horas no tengo mucha hambre, pero al final me comí mi
desayuno, ¡aunque las judías estaban muy dulces para mi gusto! ¿Qué os parece?
Al
salir de la cafetería pudimos comprobar que la lluvia ya había parado y con
alivio fuimos al metro que nos llevaría al barrio de Notting Hill y sus famosas casas de diferentes colores. Como buena
fan de la película de Roberts y Grant sentía que tenía que visitar el lugar sí
o sí e ir a algunos de los lugares más emblemáticos del film, pero antes de
llegar a ellos teníamos otro objetivo: el mercadillo de Portobello Road. Si
algún día queréis visitar este famoso mercadillo y no sabéis como llegar no os
preocupéis ya que solo tenéis que seguir al gran número de gente que se dirige
a él. Madre mía, nunca había visto a un grupo tan grande de personas dirigirse a
un mismo lugar y de una manera tan obvia. ¡Así que gracias a esa gente anónima pudimos
llegar a nuestro destino! ¡Gracias,
chicos!
Se
podría decir que Notting Hill es un barrio bohemio, pero con clase. A medida que nos dirigíamos al mercadillo pudimos ver tiendas
pequeñitas que vendían ropa, recuerdos, bisutería o antigüedades y eran una
maravilla. Estábamos encantadas con el lugar, pero nuestra felicidad aumentó una
vez llegamos al mercadillo ya que el ambiente era fantástico. Había muchísima
gente comprando y echando un vistazo a los productos, pero no sentimos
sensación de agobio en ningún momento. Mientras íbamos cotilleando y comprando
en algunas paraditas teníamos como banda sonora canciones de películas ya que a
pocos metros un vendedor de discos ponía música para alegrar el nublado día que
se cernía por las calles de Londres. A continuación, os pongo algunas fotos de
aquel día y ya os digo que las paradas de comida fueron una auténtica tentación
para nosotras.
Tras
pasar gran parte de la mañana en el mercadillo decidimos ir a la famosa tienda
de la película y, como no, a la casa en la que Spike, el compañero de piso de Grant
en el film, hace una demostración a la prensa de su magnífica musculatura. No
sé si vive alguien en la casa, pero si está cansado o cansada de que la gente
se haga una foto (o más de una) delante de la puerta puedo entender su malestar
ya que sería muy impactante salir a la calle y encontrarte con una legión de fans. ¡Aun así fue
divertido porque prácticamente hacíamos cola para hacernos la famosa foto! En mi foto salgo tocando a la puerta y
reconozco que tenía miedo de que en ese momento apareciese el dueño o la dueña.
¡Habría sido una foto para enmarcar!
Tras
haber visitado estos dos lugares, otra de mis ilusiones era visitar otra
localización de película. ¿Conocéis la comedia británica Love Actually? Es una de mis películas favoritas y mi sueño era
visitar la calle en la que Mark (Andrew Lincoln, el famoso protagonista de The Walking Dead) se declara a Juliet
(Keira Knightley). Si no conocéis la escena os la pongo aquí:
Mientras
nos dirigíamos al número 27 de St Luke’s Mews, lugar en el que se grabó la
escena, aún éramos testigos del gran bullicio que había en las calles de
Notting Hill. Sin embargo, a pocos metros de toda esa actividad, nos metimos por
una pequeña calle que nos iba a llevar directamente a nuestro destino y os tengo que
decir que la atmósfera cambió de manera radical ya que dicho lugar parecía
pertenecer a otro mundo. De repente, todo era silencio y la estructura de ese
barrio tan pequeño no tenía nada que ver con lo que habíamos visto unos segundos
antes. La pequeña calle de St. Luke’s Mews es un lugar pintoresco, tranquilo y acogedor en el que la gente deja sus bicicletas en las puertas de
sus casas y en muchas de ellas las flores tienen un gran protagonismo. Había
una paz absoluta y tenía un toque romántico muy especial. Parecía que dicha
calle había aparecido como por arte de magia porque no te esperas en absoluto encontrarte
con un lugar como ese a excepción de que lo conozcas. Me encantó estar allí y
poder pisar el suelo en el que se rodó tan mítica escena. ¡Salí enamorada de
St. Luke’s Mews!
A
continuación, decidimos volver a la calle en la que se encontraba nuestro
hostal para comer algo antes de ir a nuestro siguiente destino, pero antes
debíamos volver al metro y en nuestro camino nos encontramos con Alicia y el
Sombrerero Loco. ¿No me creéis? Aquí os dejo la prueba. Eso sí en mi cara ya se
refleja el cansancio y el maldito dolor de pies.
Paramos a comer en un italiano y yo estaba
ansiosa por acabar la comida ya que nuestra siguiente parada era Whitechapel, ya
que habíamos reservado el tour de Jack el Destripador. ¡No sabéis las ganas que
tenía de ir a un tour así! Desde hacía años quería visitar las calles por las
que se movió este personaje y ese día, ¡por fin!, se iba a hacer realidad. No
obstante, no fue fácil llegar hasta allí. Veamos, los fines de semana siempre
suele haber huelgas de metro en Londres y solo algunas líneas permanecen
abiertas. Nosotras teníamos que coger el metro desde Bayswater con destino
Aldgate East, pero teníamos que hacer transbordo y algún que otro malabar más
ya que las líneas estaban cortadas. Al final nos confundimos de metro y nos
bajamos a mitad de trayecto para coger el correcto, pero el tiempo no jugaba a
nuestro favor ya que íbamos tarde. El tour empezaba a las tres de la tarde y a
esa hora aún estábamos en el metro y nos quedaba por hacer otro transbordo así
que al ver que llegábamos tarde ya daba el tour por perdido. Al final, llegamos
a nuestro destino a las tres y cuarto y ya nos tenéis que ver corriendo a las
tres hasta la salida del metro donde era el punto de encuentro para ver si
todavía estaba el guía. Por suerte, el guía estaba esperándonos, pero no sé qué
debió pensar cuando vio a tres chicas corriendo directamente hacia él (una de
ellas media coja, esa era yo) y con caras de pánico. Al final todo parecía
haber salido bien ya que el guía estaba allí, pero aún no nos había dado la
noticia: el tour se había cancelado ya que nuestro guía original había tenido
que volar a España por motivos personales. Nos comentó que nos habían enviado
varios correos comunicándonos que el tour se cancelaba, pero no habían dado con
nosotras y el motivo era que ya estábamos en Londres y yo desde allí no tenía
acceso a internet. Por lo tanto, la empresa decidió que por las molestias de
hacernos ir hasta allí nos harían el tour al día siguiente y gratis. Al final,
todo salió bien, ¿no? La única diferencia es que el tour se haría a partir de
las 18.30, tres horas más tarde del original, pero a nosotras nos dio igual y
aceptamos encantadas. Si queréis saber cómo nos fue tendréis que esperar a la
siguiente crónica, que esta vez colgaré en menos de cinco días.
Al
cancelarse el tour nuestra tarde quedó libre así que decidimos ir a dos lugares
que teníamos planeados para el día siguiente. Cómo las líneas estaban cortadas
y los trayectos no eran los habituales, Edward, el guía, nos ayudó a ir a
nuestros destinos. El primero de ellos fueron la Torre y el Puente de Londres.
Nunca había estado allí y me enamoré del lugar. Mucha gente me había dicho que
el Puente de Londres era más bonito que el Big Ben y tenían razón. ¡Era una pasada!
El Puente y la Torre de Londres se encuentran a escasos metros y el ambiente
que había era fantástico ya que en la Torre se estaban organizando una especie de
competiciones, donde había amigos y familias enteras, y éstas estaban animadas
con música. Tengo vídeos en los que salimos bailando, o más bien haciendo el
tonto, pero se quedan para la intimidad jajaja La gente se lo estaba pasando en
grande en un lugar en el que las cabezas solían rodar con bastante facilidad…
El
segundo lugar fue Regent’s Park y fue otra revelación. ¡Madre mía, era
precioso! Creo que de todos los parques reales que he visitado, éste es el más
majestuoso. Además, era muy colorido debido a las flores de diferentes colores
que te encontrabas a lo largo del camino. Fuimos a una hora bastante buena, ya
que era de día pero el sol parecía ir poniéndose poco a poco y la estampa era preciosa.
Cómo no, estuvimos dándole de comer a las diferentes aves que se nos acercaban, ¡y
algunas de ellas eran de lo más exigentes! A lo largo de nuestro paseo vimos
paisajes preciosos y también el teatro en el que Benedict Cumberbatch, el
mítico Sherlock del siglo XXI, debutó por primera vez. La verdad es que Regent’s
Park es un parque precioso al que me muero por ir otra vez y de recuerdo, como
no, me llevé una hoja de un árbol y varios pétalos de las rosas que encontramos en los jardines.
Este
parque real fue nuestra última parada del día y regresamos a casa muy
satisfechas. Lo mejor de nuestro viaje es que los días superaban nuestras
expectativas y esa sensación es fantástica. Al día siguiente nos esperaba otro
día irrepetible: Abbey Road, Camden Town, la casa de Amy Winehouse y, como no,
el famoso tour. Si queréis saber qué pasó os espero en la próxima crónica, que
prometo colgar en menos de cinco días.
¡Nos
vemos muy pronto!
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Laura!! me tienes enganchada a tus crónicas londinenses y además con suspense porque internet hoy me va a saltos y al fin ahora me deja comentar! qué viaje tan chulo, viste cantidad de cosas aún con dolorazo de pies. Ahí fuiste una valiente porque con lo que hay que patear en esa gran ciudad.
ResponderEliminarToda la zona de la torre de Londres es una auténtica pasada! pero lo que me gusta de la ciudad es precisamente lo que voy viendo en tus entradas, de pronto una calle super pintoresca o una tiendina chula. Me parece una ciudad muy especial por eso.
Y te confieso que estoy deseando conocer el tour Jack! es que es de esas figurar de la historia que tiene tantos enigmas que dan mucha curiosidad. Aquí estaré atenta en cuanto salga! Besines!
¡Hola, Jane!
EliminarMe alegra que te estén gustando las crónicas :) Las verdad es que me lo pasé en grande a pesar del maldito dolor de pies. ¡Ay, como me dolía!
El tour de Jack fue una pasada porque no sabía si reír o salir corriendo xD Fue una sensación muy rara porque no sabíamos si el guía nos estaba tomando el pelo o algunas de las cosas que decía eran verdad. Guardo muy buen recuerdo de ese tour ;) A mí me gusta la historia de este individuo porque es todo un enigma y a mí los misterios me pueden y mucho.
¡Un beso muy grande y muchas gracias por tus palabras!
¡Qué preciosas las fotos del parque! ^^
ResponderEliminar¿Llegaste a ver "el monumento" de los ajusticiados en la Torre? Si algún día consigo ir, quiero verlo ^^
Besos
¡Muchas gracias, Minea! No vi el monumento, pero me hubiese gustado :) Es una zona que me gustó mucho :)
Eliminar¡Un beso muy grande!
¡Hola, Laura!
ResponderEliminarUna crónica muy buena... ¡como todas las anteriores! Se ve que aprovechasteis cada minuto allí.
Notting Hill es precioso. Debo reconocer que mis ojos se han clavado en la tienda friki (...) Lo de Whitechapel os salió redondo. Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga.
Por cierto, ¿pudiste con el desayuno inglés? Yo lo intenté pero lo admito: no pasé del croissant y el café con leche...
¡Nos leemos!
¡Hola, Israel!
Eliminar¡Muchas gracias! Ya sabía yo que ibas a centrar tu atención en la tienda friki jajaja Lo del tour no pudo salir mejor, tuvimos mucha suerte :)
Lo del desayuno inglés lo conseguí, pero aún no me lo creo ya que a esas horas mi estómago nunca está para muchos trotes xD
¡Nos leemos!
¡Hola, Laura!
ResponderEliminarQué día tan intenso, como todos, claro. Seguro que el "superdesayuno" (el cual a mi tampoco me entraría a primera hora de la mañana) se te bajó pronto a los pies . Notting Hill, de tan peculiar es precioso. El puente de Londres lo vi cuando estuve allí y me hice una foto para la posteridad, jejeje, como no. Ragent's Park es alucinante. Como bien describes, se ve majestuoso. Me quedaron tantas cosas por ver... Pero gracias a ti, es como si estuviera allí :)
Estoy deseando leer la próxima crónica para ver qué nos cuentas del tour de Whitechapel.
¡Un beso!
¡Hola, Mari Carmen!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con todo lo que has dicho. Cuando miro las fotos pienso que son bonitas, pero una cosa es la foto y otra verlo en vivo y en directo. No hay punto de comparación.
En Londres siempre te da la sensación de que siempre falta algo por ver. Así que mirándolo por el lado bueno siempre tienes una excusa para volver ;)
¡Muchas gracias por tus últimas palabras! Son muy bonitas <3
Y el tour de Whitechapel fue memorable ;)
¡Un beso!