Mis Crónicas Londinenses Vol.2: Séptimo y último día en Londres




¡Hola a tod@s! Lo prometido es deuda y aquí os traigo mi última crónica de mi viaje a Londres. Me da mucha pena acabar de relataros este viaje, pero siempre intento ver el lado bueno: cuando una serie de crónicas acaba seguramente empezará otra. Por cierto, al final de esta entrada encontraréis los enlaces que os llevarán a las anteriores crónicas por si os habéis perdido alguna.

Nuestro penúltimo día en Londres amaneció gris y hacía bastante frío. Tras abrigarnos bien fuimos directas a Kensington Gardens a dar de comer a los cines y los patos. El día anterior fuimos a la tienda que había al lado de nuestro albergue a comprar una barra de pan para ellos, ¡y la verdad es que tendríamos que haber comprado otra! Nada más sacar la barra nos vimos rodeadas de patos, cisnes, palomas y otras aves que nos exigían la que iba a ser su comida. Fue muy divertido ya que algunas de ellas esperaban su ración de pan mientras volaban. No recordaba lo bonito que era Kensington Gardens y la sensación de tranquilidad que se respiraba a primera hora era maravillosa. Me hubiese encantado quedarme un ratito más.





Tras dar de desayunar a las aves entramos en la tienda de regalos del Palacio de Kensington y no me gustó tanto como la última vez que estuvimos allí ya que cuando fuimos hace dos años fue en noviembre y ya estaba adornada para las fiestas navideñas así que en esta ocasión, no tenía el encanto que yo recordaba. Estuvimos poco rato en el Palacio de Kensington ya que nuestra siguiente parada era el Museo de Historia Natural. Ya estuvimos en este museo la primera vez que viajamos a Londres, pero queríamos volver porque nos encantó y aunque en esta ocasión, la sala que contiene a la famosa ballena estaba cerrada por obras, lo compensamos viendo al famoso Rex. La primera vez no lo pudimos ver debido a la gran cola que había, pero en esta ocasión sí que tuvimos la oportunidad de presenciarlo y fue asombroso, aunque reconozco que era un pelín pequeño, nos lo imaginábamos más grande. Eso sí “los robaescenas” oficiales fueron los velociraptores.

Mientras íbamos subiendo estas escaleras se nos escapó la frase: "Bienvenidos a Jurassic Park."








Tanto el Rex como los velociraptores eran recreaciones animadas para añadirles más realismo





Tras pasar la mañana en el museo nos dirigimos brevemente a la estación de Earls Court para fotografiarnos, otra vez, con la famosa cabina azul. Tardamos dos segundos en hacernos la foto y volver otra vez al metro, pero para mí era una parada obligatoria. Esta vez, pudimos hacernos las fotos que quisimos sin ningún problema ya que en esta ocasión, no había gente esperando. La primera vez que estuvimos allí tuvimos que esperar nuestro turno para ponernos al lado de la única cabina de policía que se conserva de esas características.

Para comer decidimos ir a Piccadilly Circus y fuimos a un bar en pleno centro que ya conocíamos de la primera vez y que nos había gustado bastante. Casualidades de la vida nos sentamos al lado de una familia catalana de Girona. Parece que cuando viajas al extranjero no puedes evitar coincidir con tus compatriotas. Cómo anécdota divertida, os contaré que mientras estábamos comiendo una paloma entró y revoloteó por encima de nuestras cabezas. ¡Fue divertidísimo! Tras la comida, mi amiga quería ir un momento a Forbidden Planet y ahora viene lo gracioso. Cuando vas a Londres puede que te cueste encontrar una calle, pero hay otras veces que te encuentras las cosas por casualidad. En esta ocasión, sabía que Forbidden Planet estaba cerca de Piccadilly y no necesitábamos coger el metro, pero cuando nos dirigíamos a la tienda pasamos por lugares que nos costó mucho encontrar el primer día, y todo en 5 minutos. Para la próxima vez ya lo sabemos: empezamos en Piccadilly y desde ahí llegas rapidísimo a todos los sitios.


Llegamos a Forbidden Planet en un abrir y cerrar de ojos y en un principio, íbamos por mi amiga, pero parece mentira que no me conozcan ya que meterme ahí es como meter a un niño en una tienda de caramelos. ¡Además, había muchísimo más material del que había hacía seis días! Antes de que mi amiga cogiera el regalo para su hermano yo ya había cogido dos revistas de Doctor Who y el muñeco del décimo Doctor, ¡y sin tener pensado qué iba a comprar! Sabía que me había pasado con la compra y decidí parar, pero cuando pagamos en la caja me quedé con las ganas de comprarme el muñequito del undécimo Doctor. Mi hermana me dijo que estábamos de vacaciones y que me lo comprara así que lo hice. Ahora los tengo a los dos con su TARDIS. Muy friki, lo sé jajaja El escaparate de Forbidden Planet estaba dedicado a Star Wars, pero las fotos no se nos han cargado bien y no las he podido subir, si puedo intentaré incluirlas en la entrada.


El Sherlock de Benedict Cumberbatch sujeta una calavera como guiño a su actual obra de teatro: Hamlet







Después de esta compra me prometí a mí misma que me iba contener con lo referente a las compras. Aguanté en el Primark de Oxford Street (sí, volvimos), pero luego fuimos a una librería Waterstones… Me controlé ya que solo me compré un libro,  más concretamente la segunda parte de Llama a la comadrona!, y luego una hucha de lata con frases referentes a la compra compulsiva, que todavía no entiendo como la compré. Ahora mismo la estoy mirando y no sé cómo ha podido llegar hasta ahí jajaja

Nuestra tarde estaba llegando a su fin y antes de volver decidimos visitar St Paul’s Cathedral y el Millennium Bridge. Desde este famoso puente pudimos ver el Támesis, la recreación del famoso Shakespeare's Globe y el London Bridge.

Tras pasar por Harrods para hacer una compra de última hora, descubrimos asombradas que ya estaba siendo decorado para las fiestas navideñas. ¡Esto aquí no pasa! Después de Harrods y de descansar unos minutos en un Starbucks ya que mis pies no daban más de sí fuimos al albergue para preparar nuestras maletas. Mientras intentábamos que las cosas que nos habíamos comprado entrasen dentro de la maleta pensaba en el gran viaje que habíamos tenido, había sido perfecto. Estábamos muy satisfechas y pensaba que tras este viaje dejaría de pensar en Londres por una temporada…

Al día siguiente fuimos a desayunar con nuestro compañero de habitación por última vez y acto seguido cogimos nuestras maletas y abandonamos el hostal para ir directas a Victoria ya que nuestro bus nos estaba esperando para llevarnos al aeropuerto. Salir de la ciudad fue complicado debido al gran tráfico que había y llegamos a pensar que podíamos perder el avión. Gracias a dios fue una falsa alarma y todo transcurrió con normalidad. Cogimos el avión alrededor de las cuatro de la tarde y nuestro viaje de vuelta no tuvo ninguna complicación, pero una vez aterrizamos en Barcelona se produjo en mí una sensación de nostalgia. Pensaba que con este viaje me iba a relajar un poco con respecto a Londres, pero fue poner un pie en el aeropuerto y ya quería volver. ¡Ay, no tengo remedio! ¡Espero volver pronto!

Quiero acabar esta entrada con la misma frase con la que acabé mis crónicas del año pasado. La frase escogida es, como no, la que dijo Samuel Johnson y que afirma que:

“Quien está cansado de Londres, está cansado de la vida.”


¡Hasta la próxima!

Enlaces:

Mis crónicas londinenses Vol.1:


Mis crónicas londinenses Vol.2:





Comentarios

  1. Muy buena esta sexta entrega de tus crónicas londinenses. Veo, Laura, que por lo que dices tienes que controlarte algo en las compras. Pero luego, viendo las fotos, los cachivaches que te traes para acá son simpáticos y graciosos. Sólo se me queda en los labios una pregunta: ¿Qué tal los precios en Londres?

    Aprovecho esta entrada para comunicarte que te he nominado en mi blog para el premio "Blogger House". Espero que lo aceptes pues es un premio que premia la constancia y pasión en el quehacer bloggero, y ambos requisitos tú los cumples y derrochas.

    Te dejo el link:http://elblogdejcgc.blogspot.com.es/2015/10/un-premio-interesante-el-blogger-house.html?showComment=1446313988510#c3907524979274226737

    Un beso

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    1. ¡Hola, Juan Carlos!

      Primero de todo, ¡muchas gracias por la nominación! Es todo un halago y me motiva a seguir :) Ahora me paso :)

      Lo de las compras lo decía en plan broma porque en realidad no soy de gastar, pero ya que estaba de vacaciones aproveché al máximo ya que me pasé todo el año ahorrando jajajaja

      Los precios en Londres no son muy baratos, sobre todo si decides irte allí una temporada ya que tengo una amiga que este año ha empezado a estudiar un master allí y encuentra una gran diferencia con los precios. Sin embargo, si solo vas a estar unos días el truco está en saber organizarse.

      ¡Un abrazo!

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  2. Tu hermana tiene razón, ya que vas de vacaciones no tienes que quedarte con las ganas de comprar algo siempre que te lo puedas permitir xD
    Me encanta la foto con la Tardis y la anécdota con las aves. Ha sido un placer visitar Inglaterra desde vuestro de vista ^^
    Besos

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    1. ¡Hola, Minea!

      Muchas gracias por tus palabras :) La verdad es que tienes razón y al final compré lo que quería ya que para eso están las vacaciones, para disfrutar :)

      ¿Has estado alguna vez en Londres? Lo digo porque si vas tienes que pasarte por la estación de Earls Court para ver la TARDIS a tamaño real :)

      ¡Un beso muy grande!

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  3. Me encanta esa frase que has puesto! Es que qué ciudad tan fascinante, siempre hay algo nuevo que ver y hacer! Bravo por estar crónicas Laura y sobre todo por habértelo pasado tan bien!!

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    1. ¡Hola, Jane!

      ¡Muchas gracias por tus palabras! Pues sí que me lo pasé muy bien y el viaje superó mis expectativas :D La frase del final ya la puse en las anteriores crónicas porque recoge muy bien la sensación que tienes cuando visitas esta ciudad y además, es muy bonita.

      ¡Un beso muy grande!

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  4. ¡Hola, Laura!

    Bueno, seguro que vuelves. Además, se te han quedado por ver algunas cosillas y otras cosas del destino, jejejeje. La verdad es un día de compras por esas tiendas es rematar perfectamente el viaje. El problema es el dinero y la maleta, que hay que llevarla siempre con un buen hueco para la vuelta, porque, no sé por qué, a la vuelta la maleta nunca cierra bien. :)
    Cómo te entiendo, a mi me pasaría lo mismo cuando entrase en las tiendas, como un niño con juguetes nuevos, y Harrods, son espectaculares y ... caros, pero bueno, como no estar en Londres y pasar por esos míticos grandes almacenes.
    Un gran viaje sin duda.

    ¡Un beso!

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    1. ¡Hola, Mari Carmen!

      En Londres siempre te quedan cosas por ver jejeje En la ida no facturé, pero en la vuelta sí (lo hice en enero cuando compramos los billetes) por si acaso jajaja Y me salió bien ya que a la vuelta usé dos maletas. Gracias a mi hermana pudimos distribuir bien las cosas porque si no llega a ser por ella...

      Y el problema en Londres siempre es el dinero, pero todo es organizarse ;)

      ¡Un beso muy grande!

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