Bridgerton: Temporada 2
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Fuente: Netflix |
¡Hola, chic@s! El pasado
25 de marzo regresó a Netflix la esperadísima segunda temporada de Bridgerton,
serie basada en la saga de novelas de Julia Quinn, y que más de uno estaba
esperando como agua de mayo (aquí una servidora levanta la mano). Los
Bridgerton es una familia de la época de la Regencia que está compuesta por
Violet, la matriarca de la familia, y sus ocho hijos, y cada temporada está protagonizada
por la historia de amor de uno de los hermanos de esta peculiar y carismática
familia. El año pasado el romance de Daphne, la mayor de las hijas, con Simon enloqueció
a la audiencia y este año le toca el turno a Anthony, el primogénito y el que
ha heredado el título de vizconde tras la temprana muerte de su progenitor.
Vi la primera temporada
como una espectadora más, pero ahora lo hago como espectadora y también como
lectora, ya que durante estos meses me he leído prácticamente toda la saga (me
quedan dos novelas y puede que caigan para Sant Jordi). Esta nueva entrega de
la serie se basa en la novela El vizconde que me amó, un libro que
es muy especial para mí por diferentes motivos, y, por lo tanto, estaba ansiosa
por verla. Sin embargo, unos días antes de su estreno empecé a leer críticas
que apuntaban a que la serie se había desmarcado bastante de la trama original
y esto me preocupó un poco, porque para mí Anthony y Kate son la pareja más
poderosa del universo Bridgerton y quería que se les hiciera justicia. No
obstante, y tras mi mosqueo inicial, decidí ignorar este punto y ver la
temporada con la mente abierta, ya que el año pasado varios lectores dijeron lo
mismo de la primera y el resultado fue notable. ¿Este segundo año ha seguido el
mismo camino? Sí, pero en esta nueva entrega ha habido más diferencias con respecto
al libro, ya que prácticamente se ha creado una trama completamente nueva. Sin
embargo, no estoy decepcionada porque la esencia de su pareja
protagonista permanece intacta.
La segunda temporada de Bridgerton
tiene como protagonistas a Anthony Bridgerton y Kate Sharma, una pareja que encarna una dinámica que me encanta y con la que disfruto muchísimo: los enemies to lovers (relaciones de amor-odio).
Ambos personajes son presentados como rivales, o más bien ellos quieren
verse así, pero la realidad es muy diferente, ya que entre los dos nace un
amor de lo más apasionado que les cuesta muchísimo disimular y que no pueden llevar a cabo por las circunstancias que tienen a su alrededor. Ambos son dos
huesos muy duros de roer, son las dos caras de una misma moneda, y su tira y
afloja es constante.
La primera temporada de Bridgerton nos presentó un drama de época muy especial en el que el color, la excentricidad, la inclusividad racial y el sexo eran un componente más. La segunda temporada nos sigue dando lo mismo, pero con algunos cambios. En esta ocasión, la fotografía sigue llena de color y sus personajes continúan con sus histrionismos, pero esta vez diría que hay más cotilleo, más humor y más drama… pero menos sexo. Este último punto ha sido muy criticado por la audiencia, pero no estoy de acuerdo con ella. La raíz de Bridgerton son las novelas románticas y esta temporada nos da una historia de amor que, o por lo menos para mí, deja huella. La primera entrega se enfocó en el despertar sexual de Daphne y cómo la joven vivió su sexualidad junto a Simon; no obstante, en esta segunda temporada somos testigos de un romance que se va forjando a fuego lento y que te deja al borde del asiento en más de una ocasión. La tensión sexual entre Anthony y Kate es más que obvia y esta llega a puntos álgidos en muchísimos momentos, pero sin llegar a explotar del todo hasta el final, algo que es frustrante para ellos y para nosotros. Estos personajes demuestran que el erotismo y la intimidad pueden estar en las miradas, los gestos y las palabras, y para mí esto ha sido un acierto, ya que, si hubiéramos seguido el mismo esquema de la temporada anterior, entonces la novedad habría brillado por su ausencia. Ha sido una delicia ver cómo Kate y Anthony negaban lo evidente incluso cuando sus cuerpos se atraían como imanes.
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Fuente: Netflix |
Las interpretaciones han
estado a la altura, pero obviamente me gustaría destacar a Jonathan Bailey y Simone
Ashley como Anthony y Kate. Ambos actores han plasmado muy bien la complejidad y
las contradicciones de sus personajes y les han dado una dimensión
maravillosa. Además, la química que ambos intérpretes tienen es arrebatadora. Ashley
es la Kate perfecta y Bailey ha demostrado que, además de ser un protagonista
brillante, es un actor que hay que tener muy en cuenta debido al rango de
emociones que su personaje va mostrando a lo largo de la temporada. Por otro
lado, también me gustaría mencionar a Phoebe Dynevor como Daphne y Ruth Gemmell
como Violet. La primera fue la gran protagonista de la primera temporada y en
esta ocasión, la actriz ha plasmado muy bien la madurez y la experiencia que su
Daphne ha conseguido durante todo este tiempo y, además, es la primera en darse
cuenta de la conexión que hay entre su hermano mayor y Kate. Por otro lado, Gemmell
comparte escenas muy emotivas con Bailey en las que esta intenta que su hijo se
entregue de una vez por todas a la felicidad, pero sufre ante la reiterada
negativa de este.
El año pasado Bridgerton
mostró diferentes elementos que hicieron que nos quedáramos enganchados a
la pantalla y esta temporada ha madurado y consolidado su base. Esta entrega se
ha vuelto a centrar en el amor, pero también en la familia, el pasado y cómo el
deber intenta imponerse a la felicidad personal. Esta segunda temporada es un
grandísimo drama de época y con él he reído y he llorado y, a pesar de los
cambios con respecto a la novela, admito que el camino que ha tomado no me ha
decepcionado en absoluto. Bridgerton es una fantasía y ha creado su
propio universo, y pienso que esta temporada es un precedente de lo que está por
venir, ya que, por lo que he podido leer, se avecinan más cambios y creo que
deberíamos acostumbrarnos a ellos. Personalmente, y a pesar de mis miedos iniciales,
he disfrutado mucho de esta temporada y mi amor por Anthony y Kate no ha hecho
más que crecer. ¡Me muero de ganas por volver a verlos en la tercera temporada!
¿Y vosotros? ¿Habéis
visto la segunda temporada de Bridgerton? Si es así, ¿qué os ha parecido?
¡Hasta la próxima!
¡Hoooola!
ResponderEliminarQue bien que hayas logrado disfrutar de esta temporada, ahora también como lectora.
Yo no he leído los libros pero sí que había oído que no tiene mucho que ver esta segunda... pero en fin, veo que mantiene la esencia, que al final es lo importante, y que has podido disfrutar mucho de esta historia también, así que genial :D
¡besotes!
¡Hola, Irene!
EliminarSí esta temporada no tiene nada que ver con el libro, pero la esencia de los personajes es la misma. Me hubiese gustado ver el libro plasmado en pantalla, pero aun así reconozco que esta versión me ha gustado mucho. Tengo debilidad por Anthony y Kate y ahora me muero de ganas por ver cómo su relación evolucionará en la tercera temporada.
¡Un beso!