THE FLASH (2023)

 

Fuente: Film Book / WB

ESTA ENTRADA CONTIENE SPOILERS.

¡Hola, chic@s! Ayer fui al cine a ver The Flash, una de las últimas películas del universo extendido de DC (DCEU) antes de que este pase a manos de James Gunn. No es ningún secreto que las películas de DC no han entusiasmado de igual manera que las protagonizadas por MARVEL y la verdad es que las primeras han estado bastantes años dando tumbos sin encontrar un rumbo fijo. Cada película era un quiero y no puedo y esto puede haber cansado al espectador. ¿Gunn conseguirá consolidar a DC en la gran pantalla? Eso ya lo veremos. El caso es que, y como he dicho al principio, ayer vi The Flash y la verdad es que antes de comprar mi entrada me lo pensé más de una vez. ¿La razón? Ahora os la explico, pero empecemos por el principio.

En 2017 se estrenó La Liga de la Justicia y uno de los personajes que más destacó fue el Barry Allen (Flash) de Ezra Miller. Barry era como el niño pequeño de ese grupo de superhéroes y despertaba una gran ternura por su inocencia, jovialidad y excentricidad. Tenía un carisma desbordante y se convirtió en un robaescenas de cuidado. Casi 6 años después de aquel estreno, Barry Allen por fin ha conseguido su propia película y la verdad es que la he disfrutado muchísimo. En The Flash veremos a Barry viajar en el tiempo por dos motivos: el primero, para evitar la muerte de su madre, Nora, que fue asesinada cuando este era un niño y, el segundo, para salvar a su padre de la prisión, ya que este fue el único imputado en el asesinato de su esposa. Sin embargo, el viaje en el tiempo no tiene los resultados esperados y Barry acabará en otro universo y con su otro yo, una versión que dista mucho de “la original". A partir de aquí el joven superhéroe intentará arreglar las cosas para poder regresar a su lugar de origen y restablecer así la normalidad.

Si os soy sincera no tenía pensado ver la película, porque además de haberme saturado un poco con el cine de superhéroes, la principal razón fueron las acusaciones en torno a Ezra Miller, ya que durante estos dos últimos años el actor podría haber sido perfectamente el protagonista de una página de sucesos debido a los diferentes delitos de los que se le acusa. ¿Iba a aplicarle la cultura de la cancelación? Sí, no lo niego, pero vi el tráiler por curiosidad y hubo cosas que me gustaron mucho (los tráilers en este sentido son muy traicioneros), entre ellas el Batman de Michael Keaton, así que me tragué mis palabras y le di una oportunidad. La verdad es que esta ha sido la primera vez que he tenido que separar a la persona (en este caso Miller) de su trabajo para poder disfrutar de la película y opinar sobre ella de una manera más o menos objetiva. Lo he conseguido, pero esto también me ha despertado varios conflictos, no os voy a mentir.

The Flash es una película de corte familiar que se disfruta de principio a fin. Tiene humor (se me ha escapado más de una carcajada) y emoción y es muy, pero que muy entretenida. Además de esto, también debemos añadirle la nostalgia, porque juega con ella, y mucho. Ayer en la sala de cine los niños no apreciaban la aparición de ciertos personajes porque son todavía muy pequeños y aún les quedan muchas películas por ver, pero para los adultos que estábamos allí fue algo alucinante porque vimos en pantalla la representación de diferentes generaciones que reconocíamos muy bien y que son parte de nuestra historia cinéfila. Sin duda alguna se me saltaron las lágrimas en algún momento al mismo tiempo que se me dibujaba una gran sonrisa en la cara.

El reparto encabezado por Ezra Miller es sensacional, desde los protagonistas hasta los secundarios. Ver otra vez a Keaton como Batman ha sido una experiencia brutal, ya que sigue en plena forma y nos recuerda lo icónico que fue su hombre murciélago (no tengo palabras para expresar lo que sentí cuando escuché en pantalla grande el tema principal de Batman). Por otro lado, Sasha Calle como Supergirl ha sido toda una revelación, ya que nadie apostaba por ella, pero la joven actriz ha demostrado que uno/a tiene que ver primero el trabajo de alguien para poder opinar. Y, por último, tenemos a Ezra Miller que vuelve a encarnar a un Barry lleno de carisma. Miller hace un papelón, porque además tiene que dar vida a dos versiones de sí mismo totalmente diferentes y llegas a olvidar que ambas están interpretadas por el mismo actor. En ocasiones, su bondad, ingenuidad y torpeza me han recordado al Peter Parker de Tobey Maguire.

Hasta el momento podéis ver que la película tiene bastantes puntos fuertes, pero no es oro todo lo que reluce, ya que personalmente pienso que el uso del CGI (imágenes generadas por ordenador) podría haber sido mucho mejor, porque hay escenas espectaculares que se ven muy bien, pero hay otras que son más bien cutres. Os pondré un ejemplo. Unas líneas más arriba os he comentado que diferentes generaciones son representadas y esto se consigue con la aparición de actores como Christopher Reeve, Helen Slater, George Reeves o Adam West entre otros. Pues bien, estas apariciones generadas por CGI no tienen mucha calidad y algunas rompen un poco el encanto de la película. Por lo tanto, se lo podrían haber currado un poco más.

Si hablamos de apariciones sorpresa, esta película está llena, además de tener muchas referencias, pero la que a mí me ha volado la cabeza y me ha hecho exclamar un “¡no puede ser!” en el cine es la aparición de Nicolas Cage como Superman. A ver, porque esto es muy fuerte, eh ja,ja,ja,ja. Para los que no lo sepáis, en los años 90 Nicolas Cage y Tim Burton quisieron traer de vuelta a Superman con la película Superman Lives. Sin embargo, la película fue rechazada y esto me hace preguntarme si estábamos ante una obra maestra o un esperpento. De hecho, hay datos, y hasta un documental, de lo que podríamos haber visto y también pruebas de vestuario de Cage, así que cuando ayer lo vi en The Flash no me lo podía creer. ¡Fue surrealista! Además, Nicolas Cage es un fanático de Superman, incluso uno de sus hijos se llama Kal-El, así que ahora mismo debe de estar súper contento. ¡Su sueño se ha hecho realidad!

The Flash es una película con la que me lo he pasado pipa. Es divertida, emotiva y épica y no se hace pesada en ningún momento. Además, los personajes encandilan al público porque tienen corazón. Por otro lado, la película juega mucho con la nostalgia y el multiverso, pero este último punto podría llegar a ser negativo para algunos, entre los que por cierto no me incluyo, porque Spider-Man: No Way Home sigue estando bastante fresca y las comparaciones pueden ser odiosas. Por último, el mensaje de la historia cala en el espectador y la verdad es que ha superado mis expectativas. ¿Sigo en conflicto por el tema de Ezra Miller? Sí, pero esto ya daría para otra entrada.

¡Hasta la próxima!

P.D. Me han encantado las referencias a Regreso al futuro.


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Comentarios

  1. ¡Hola, Marian!

    Primero de todo, muchas gracias por tus palabras. ¡Me voy a poner colorada!

    En cuanto a lo de separar a la persona de su trabajo, es bastante complicado, y es algo que creo que se aprende con el tiempo. El único artista que hace que me olvide de todos sus escándalos (es que ni pienso en ellos) es Michael Jackson. Su legado es enorme.

    En cuanto a pelis de superhéroes, ahora soy muy selecta porque las he aborrecido un poco, pero Flash me ha gustado mucho.

    ¡Un beso!

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  2. ¡Hola de nuevo!
    ¡Que post tan chulo nos traes hoy y qué distinto! Complicado, sí, eso de separar una cosa de la otra. Curiosamente ayer mismo leí este artículo (te lo dejo abajo, por si te apetece echarle un vistazo) sobre escándalos Michael Jackson, y lo único que tengo claro (siempre lo he tenido) es que hay que tener mucho cuidado con lo que se cree y no se cree de las noticias que vemos, y me pregunto ¿cuanto de verdad hay ciertamente en todo lo que se ha dicho sobre él, cuanto de mentira?
    https://fuentesinformadas.com/la-injusticia-cometida-contra-michael-jackson-continua-impune
    ¡Otro beso!

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    1. ¡Hola, Marian!

      ¡Gracias por el artículo! Ahora lo leo. En cuanto a si lo que leemos en la prensa es 100% verdad o mentira, la verdad es que es complicado. Hay historias que son ciertas, pero a veces se les añaden ciertos aspectos para dramatizarlas más (y para causar impacto en los lectores) y luego todos estos puntos se incorporan al relato como verídicos. Al final ya no sabes si eso ocurrió o no. Siempre ha pasado y las historias están en constante evolución

      ¡Un beso!

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